La psicoterapia es un proceso en el que yo, como profesional de la salud y tú, como máximo conocedor de tu vida y de tus dificultades vamos a cooperar para lograr avanzar hacia un mayor bienestar personal. Para lograrlo nos vamos a dar un tiempo, trabajaremos juntos mientras lo necesites y al ritmo que puedas, pero con el compromiso de alcanzar tus objetivos en el plazo más breve posible.
Los dos somos responsables de mantener un clima de trabajo basado en la confianza y la autenticad. Hablaremos sobre los problemas sabiendo que vamos a encontrar mucha información sobre las soluciones en tus capacidades.
Aunque me he formado en técnicas terapéuticas y evaluación psicopatológica a veces no me parece que sea útil clasificar tu situación personal y tus vivencias. Tampoco me siento cómoda aplicando protocolos, los criterios teóricos me ofrecen una hoja de ruta pero no serán los protagonistas de este viaje nuestro.
El tipo de intervención sobre la INFANCIA que propongo es la orientada a la familia. Puedo ayudaros a recuperar el dialogo como padres y decidir cómo apoyar a vuestro hijo para seguir creciendo. Ver a nuestro hijo sufrir o aislarse o perder el control en su día a día es angustioso y es la “gota que colma el vaso”. Pedir ayuda es el primer paso hacia un cambio para todos.
La ADOLESCENCIA nos asusta a todos, sobretodo a quienes recordamos nuestras propias dificultades. Podemos cruzar los dedos, intentar “meter a nuestro hijo o hija en un tarro de cristal” o apostar por la comunicación con nuestro hijo, el de siempre. Hablemos de lo que está ocurriendo, de cómo nos afecta, de lo que nos gustaría recuperar y lograr. La psicoterapia puede ampliar la conciencia de nosotros mismos y de los demás, solo si comprendemos todo lo que está en juego es este momento complicado sabremos ocupar un lugar sano para nosotros y respetuoso con los demás.
Y cuando cumplimos años y pensamos que ya hemos madurado lo suficiente como para ser felices y ADULTOS, la vida nos sorprende con nuevos atascos e inseguridades que ponen en riesgo las relaciones con la pareja, los amigos, nuestra empresa o nuestra familia.
Si necesitas saber qué te ocurre y recuperar cierta sensación de control, es el momento de ponerte en manos de un profesional. La terapia psicológica te ayuda a afrontar tus síntomas como una experiencia de aprendizaje, en la cual la persona siempre es capaz de recuperar una perspectiva activa en busca de soluciones.
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